Capilla de San Antón
La capilla de San Antón fue otorgada por el cabildo a Antonio Idiáquez Manrique, obispo de Segovia, como panteón familiar, fallecido en 1615. Posee un retablo que es obra de José Vallejo Vivanco, retablista destacado y maestro de las obras reales. Vivanco, comenzó en 1696 el poderoso retablo de la capilla, con resonancias churriguerescas, que quedaría prácticamente acabado antes de su muerte en 1698.
Cuatro columnas salomónicas dividen el cuerpo de este retablo en tres calles. La central, ocupada por la hornacina con la imagen del titular, es obra de Pedro del Valle, 1706, y las laterales, un lienzo de milagro de San Frutos, patrón de Segovia, «La cuchillada» y, a la derecha, una pintura que representa el milagro eucarístico de san Antonio de Padua con la mula postrándose ante el Santísimo Sacramento. Los dos lienzos se atribuyen a Francisco Herranz. Lo más singular es el remate, al que se incorporan las dos ventanas góticas que iluminan el recinto, encuadradas por estípites. La imagen del titular, fielmente ejecutada con los símbolos del santo, fue dorada y estofada por Pedro Gutiérrez. La peana es atribuida a Matías Ortega.
Sepulcro del obispo Antonio Idiáquez Manrique
A la izquierda se puede contemplar uno de los más ostentosos sepulcros de la catedral, el del obispo Antonio Idiáquez, realizado entre el 1712-1714. El sepulcro de este obispo segoviano, fallecido en 1615, constituye una singular muestra de la escultura funeraria barroca en Castilla de principios del siglo XVIII. Está formado por un elevado pedestal que se adorna de caras laterales con calaveras y, destaca sobre el basamento, la urna sepulcral con las armas del obispo y su figura orante, arrodillado sobre un almohadón.
En la capilla de San Antón destaca también una bella lámpara de plata, obra del orfebre segoviano Bartolomé Moreno (1714). Por último, la capilla se cierra por una reja de Antonio de Elorza concluida por Gaspar de Aguirre en 1729. Ese año se asiente la nueva reja de hierro sobre un zócalo de granito labrado por Antonio Marrón, maestro de cantería. La nueva reja consta de dos cuerpos de balaustres y coronamiento de hojarasca dorada con las armas de Antonio Idiáquez Manrique.
Fue pintada por Pedro Gutiérrez y dorada por Tomás Abel en 1755, al que también se atribuye el dorado de las nervaduras y claves de la bóveda gótica de la capilla de San Antón, ejemplo del barroco segoviano.







