Capilla de Santiago
La capilla de Santiago fue adquirida por Francisco Gutiérrez de Cuéllar, contador de Felipe II y caballero de la Orden de Santiago, y su mujer Tomé Bernardo de Quirós, el 30 de enero de 1527. Se encuentra en la nave de la Epístola, ocupando el segundo tramo desde el Altar Mayor. El retablo que la preside está dedicado al Apóstol Santiago, es obra de Pedro de Bolduque y data del año 1591, con lo que el estilo predominante es el Barroco.
El banco del retablo está protagonizado por el relieve del traslado del cuerpo del Apóstol en un carro tirado por bueyes. A su izquierda, vemos un retrato de Don Francisco Gutiérrez de Cuéllar atribuido a Alonso Sánchez Coello, mientras que a la derecha está su escudo de armas.
El cuerpo central alberga la talla de bulto redondo de Santiago Apóstol portando los atributos del Santo, obra realizada en el siglo XVI por Orazio Catellino, según los últimos estudios. A ambos lados de la talla, hay dos pinturas pertenecientes a Alonso Herrera: La vocación de Santiago, a la izquierda, y El martirio de Santiago, a la derecha.
El ático del retablo cuenta con un altorrelieve que representa a Santiago Matamoros, también obra de Pedro de Bolduque. Flanqueando la talla del Apóstol, vemos una talla de Cristo con un cáliz en la mano, otra de la Virgen y otra de San Juan.
La capilla es completada por otros dos retablos. Uno de ellos está dedicado a la Virgen de la Fuencisla, patrona de la ciudad, cuya imagen podemos ver en el lienzo central. Data del siglo XVIII y está coronado con dos esculturas de bulto redondo que representan la esperanza y la caridad.
El otro retablo que se puede admirar en la capilla está atribuido al Maestro de Valseca y data del siglo XVI. El retablo se compone de un ático, donde hay representada una Crucifixión con San Pedro y San Pablo a los lados; un cuerpo central, con la representación del abrazo en la Puerta Dorada entre San Joaquín y Santa Ana; y un banco, con los lienzos de Santa Lucía, Santa Águeda y Santa Apolonia. Fue restaurado en el año 2019.
Cierra la capilla una reja realizada por San Juan de Salamanca a finales del siglo XVI. La reja está formada por dos cuerpos separados por un friso y está decorada con sencillos roleos entre los que campean las armas del fundador. Sobre el primer cuerpo hay una cenefa flanqueada por ángeles en la que aparece pintada la fecha “1609”.
En el suelo, frente al altar, se encuentra una lápida de la familia Gutiérrez de Cuéllar, aunque su fundador no está enterrado ahí. Además, esta capilla es la que da acceso a la única cripta de la Catedral, de la que no se conserva nada en su interior más que la estructura y una pintura al fresco muy deteriorada.








