Custodia de la Catedral de Segovia
La carroza donde se asienta la custodia es obra de Pedro de Riezgo, realizada en 1740
La custodia y carroza fueron restauradas íntegramente en 2020
La custodia de la Catedral de Segovia volverá a procesionar con el Santísimo Sacramento en la festividad del Corpus Christi por las calles de Segovia tras dos años de cancelación por la pandemia.
Esta custodia, obra del orfebre Rafael González Sobera, lleva recorriendo las calles de la capital segoviana desde 1656 cuando González terminó esta ostensorio principal del Corpus Christi, festividad instituida por el papa Urbano IV en el año 1264 y popularizada en Segovia durante el siglo XVI.
Una gran custodia para un Corpus en auge
La celebración del Corpus Christi recuerda la presencia de Cristo en la eucaristía y la institución de este sacramento. Esta festividad se popularizó en Castilla durante el s. XVI y en Segovia fue tomando más importancia en la primera mitad del siglo XVII.
Consciente de ello, el Cabildo aunaba fuerzas y prebendas para que Segovia pudiera tener una custodia a la altura de otras ciudades como Toledo o Sevilla, no sin varios intentos fallidos por falta de financiación. Los canónigos del templo ofrecieron durante años sus donativos para los trabajos de confección, incluso dejando escrito en sus testamentos que una vez fallecidos, familiares y herederos seguirían aportando la cantidad necesaria.
El primer diseño presentado ante el Cabildo fue el del conocido orfebre español Juan de Arfe, cuya obra se puede ver en la actualidad en la custodia de la Catedral de Sevilla o la de Valladolid. Pero el proyecto cayó en el olvido debido a la mayor importancia dada a otros asuntos de la Iglesia en Segovia, a la insuficiente aportación para obra tan costosa y por la alta cantidad demanda por de Arfe, muy bien pagado por otras iglesias y catedrales.
Sin embargo, el Cabildo no se resignaba a tener la custodia y los capitulares seguían donando parte de su patrimonio. En los libros de fábrica de la Catedral aparecen reflejados estos pagos, como el realizado por el canónigo Pablo Martínez Beltrán, en 1628, que donó once mil cincuenta reales para ayuda de la Custodia.
Finalmente, el 21 de agosto de 1655 tras varios tanteos y zanjado el diseño, se formaliza el contrato por escritura en Madrid con Rafael González y Juan de Vergara para hacer labrar de plata blanca una custodia portátil para la dha santa iglesia. La entrega fue marcada por el Cabildo para un mes antes del comienzo del Corpus de 1656, y la institución se comprometió a entregarles 420 marcos de plata para confeccionar la custodia y una casa para que los dos maestros pudieran vivir con sus familias en Segovia.
Los trabajos comenzaron según lo previsto pero al poco tiempo, en enero de 1656, Juan de Vergara renuncia “amigablemente” al contrato y queda como único maestro Rafael González. A los pocos días, González hace memoria y plantea al Cabildo que los 5.460 ducados iniciales que iba a emplear para comprar la plata son insuficientes, por lo que los canónigos inician recogida de limosna “puerta a puerta”, con el objetivo doble de financiar, también, las obras de la Catedral, aún en proceso.
Finalmente, los 2.000 ducados necesarios para proseguir la confección de la custodia llegaron a manos de Rafael González que pudo entregar la obra en el plazo establecido, no sin cierta polémica debido a que el nombre del obispo en el cargo, Francisco de Araujo y Chaves, no aparecía escrito en la pieza. Se solventó este problema y el Cabildo felicitó al maestro por el trabajo y ordenó ingresarle los pagos atrasados.
El resultado final, añadiendo la carroza de Pedro de Riezgo en 1740, es una custodia compuesta de dos cuerpos, una cúpula octogonal coronada por la Fe y relieves repujados. Todas las representaciones angelicales y decoración están en función de la exaltación del Santísimo Sacramento.
La ciudad de Segovia pudo estrenar su deseada custodia en el Corpus Christi de 1656 tras años de debate y estrechez económica. Esta celebración de adoración al Cuerpo de Cristo en la Sagrada Forma ya estaba muy implantada en Segovia y, la nueva custodia, llenó ese día las calles de actos en un ambiente festivo.
Actualmente la custodia sobre la carroza se expone en la capilla de San Antón de la Catedral. El pasado 2020 fue objeto de una restauración integral con la limpieza del conjunto, estabilización y reintegración de las zonas perdidas.