San Frutos 2022
Ensayos del Villancico el 22, 23 y 24 octubre a las 20:00 en la Catedral
El turismo estará restringido durante la jornada festiva de 14:00 a 18:30
El martes 25 de octubre se celebra la solemnidad de San Frutos, Patrón de la Diócesis de Segovia y advocación de la Catedral. El tradicional villancico al santo tendrá lugar en el trascoro del templo con completa normalidad tras dos años de suspensión o limitaciones debido a la pandemia.
La pieza musical compuesta en 1847 por Antonio de Hidalgo, quien fuera niño de coro y organista de la Catedral de Segovia, se entonará a las 12:00. A continuación, se celebrará en el Altar Mayor la Santa Misa presidida por el obispo de Segovia D. César Franco, acompañado por los cabildos de Ávila y Segovia, vicarios y sacerdotes.
Los ensayos del villancico, dirigidos por Francisco Cabanillas, serán los días 22, 23 y 24 de octubre a las 20:00 en la Catedral.
El templo abrirá al turismo durante la jornada festiva desde las 14:00 hasta las 18:30 -último pase media hora antes del cierre-, y las visitas guiadas a la torre quedan reducidas a los pases de las 15:00 y 16:30. Visita guiada a la Catedral a las 17:00.
Historia de San Frutos
San Frutos nació en Segovia en el año 642, durante la época visigoda, y se estima que su muerte se produjo en 715 cuando la provincia ya estaba bajo dominación musulmana. El recibimiento de la herencia paterna hizo al santo y a sus hermanos, Valentín y Engracia, reflexionar sobre la caridad y el servicio a Dios. De esta forma, decidieron dejar sus bienes a los más necesitados y abandonar el hogar para vivir como eremitas en el entorno de las hoces del río Duratón.
En ese paraje tan emblemático los tres hermanos construyeron tres ermitas, una para cada uno de ellos. En la actualidad solo se conserva la ermita dedicada a San Frutos, un templo que data del siglo XII, levantado sobre la ermita visigótica fundada por el santo en el siglo VII.
En esta zona fue donde tuvieron lugar los cuatro milagros que se le atribuyen a San Frutos. El primero de ellos, la transformación de unos tomos prestados en bestias de carga para la edificación de un santuario. El segundo, la apertura de una grieta con su báculo para proteger a los cristianos que habían acudido a su ermita para salvarse de los sarracenos -actualmente en la hendidura, conocida como cuchillada de San Frutos, hay un puente que permite cruzarla-. El tercero, la demostración de la presencia de Cristo en la Eucaristía a un sarraceno al ocultar una hostia consagrada en la comida de un burro y que el animal se arrodillarse ante ella. El cuarto y último milagro, post mortem, salvar de la muerte a una mujer que fue lanzada por su marido desde una de las hoces al sospechar de su infidelidad.
En toda la provincia de Segovia son muchas las referencias, tradiciones y edificaciones dedicadas al santo eremita. Cada 25 de octubre, la ermita situada a 65 kilómetros de la capital segoviana, se convierte en un lugar de peregrinación al que muchas personas acuden atraídas por la historia de San Frutos.