Bajo la imagen de Santiago a caballo, preside el retablo de la capilla del santo de otra de las representaciones de Santiago el Mayor, el Santiago Peregrino. Es, sin duda, la más conocida, popularizada a partir del siglo XII. 

Esta imagen se atribuye al escultor genovés Orazio Castellino y, en ella, destacan los elementos principales del peregrino: el bordón o bastón, escarcela o bolsa, el sombrero y el libro, que en este caso le dota de categoría como apóstol evangelizador.

Es característico como peregrino jacobeo la vieira o concha. Esta se daba a la llegada de los peregrinos a Santiago de Compostela y, según una de las diferentes teorías, eran utilizadas para beber en los manantiales y ríos de regreso a casa. También, se asocia al milagro del santo conocido como el de Bouzas, cuando un caballero y su caballo se adentran accidentalmente al mar y acaban deteniéndose ante la embarcación que trae los restos del apóstol Santiago a Galicia, quien intercede y salva al jinete cubriendo su cuerpo con conchas. 

La escultura también cuenta con la tradicional esclavina sobre los hombros como complemento de la capa, principales elementos de la indumentaria peregrina. En la rica policromía realizada por el pintor Antonio Trenta se observan vieiras, cruces de la Orden de Santiago, conjugadas con otros elementos decorativos.

Durante la restauración, la talla se ha limpiado y movido unos centímetros para acceder a la parte baja del retablo y limpiar la suciedad. Esto permitió encontrar algunos objetos de valor artístico e histórico.