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Sinodal de Aguilafuente, primer libro impreso en España

La catedral segoviana cuenta entre su patrimonio con una pieza clave de la historia de España, El Sinodal de Aguilafuente, primer libro impreso publicado en España en el año 1472.

En este año, el obispo segoviano, Don Juan Arias Dávila, pretendía la renovación y reforma de costumbres tanto del clero como del pueblo. En la época, llena de cambios en el Reino de Castilla pendiente de la derrota de los musulmanes en el sur, Don Juan Arias Dávila buscaba parámetros claros por los que la Iglesia Católica, en su base, debía de regirse. Por ello, convocó tres sínodos en un espacio corto de tiempo, siendo el que se celebró en la localidad segoviana de Aguilafuente, en 1472, el más importante, tanto por su trascendencia política como cultural. Los dos restantes tuvieron lugar en Segovia en 1478 y en Turégano, en 1483.

El Obispo Arias Dávila fue conocido por su gran poder en la época e interés por las artes y las letras. Estuvo presente en diferentes congregaciones del clero en Castilla, fue comisionado por los reyes para las universidades de Salamanca y Valladolid, pero finalmente acabó en Roma debido al proceso que se abrió contra su familia por tener raíces judías.

El Sínodo de Aguilafuente englobó a todos los sectores de la sociedad, desde laicos que representaban a las poblaciones y a los diversos estados hasta representantes del Cabildo, arcedianos, arciprestes, abades, priores y demás clérigos de la diócesis segoviana.

Entre sus objetivos estaba la alfabetización del clero. Se estableció que reformaran su comportamiento impidiéndoles llevar armas, estudiar cuatro años en las materias establecidas por el propio obispo o no portar sedas, anillos de oro y otras vestiduras que fueran ostentosas.

Entre los laicos, Arias Dávila pretendía una legalización de sus costumbres respecto a la Iglesia y a su compromiso con esta Institución. Entre las medidas destacan regular su matrimonio oficialmente, la asistencia al culto por al menos un miembro de cada familia o que no se pudiesen realizar divorcios sin el consentimiento eclesiástico.

Don Juan Arias Dávila presidió este Sínodo que movilizó a toda la provincia de Segovia. El lugar escogido para la celebración fue la Iglesia de Santa María de Aguilafuente.

Hoy día es posible conocer todo lo que aconteció en este Sínodo gracias a la impresión del libro en 1472.

Tras la invención de la imprenta por Johannes Gutenberg, aproximadamente en el año 1440, la imprenta lograría alcanzar la mayor parte de Europa, sobre todo Alemania y la floreciente Italia. El Obispo Arias Dávila,  comisionó al entonces deán de la Catedral de Segovia, Juan López, en 1469 la tarea de conseguir una bula para financiar la construcción de la nueva Catedral, pero también, para conocer el invento que revolucionaba Europa.

Años más tarde, llegaría a Segovia de la mano de Juan López y  del alemán y conocedor de este nuevo instrumento, Juan Párix de Heidelberg. Este estableció su imprenta en la segoviana calle Velarde. Allí, hasta 1476, elaboraría además de su primera obra, El Sinodal de Aguilafuente, otros 8 libros más.

Además de ser el primer impreso en España, también lo es en castellano. Está compuesto por un total de 48 hojas impresas y 14 en blanco y destaca por sus pequeñas dimensiones con 235x175mm. Catorce de sus páginas quedaron en blanco por mandato del Sínodo con el objetivo de poder añadir disposiciones posteriores. Sus características generales son las siguientes:

  • Papel tosco, con fibras de lino y sin filigranas
  • Tipografía redonda (características de las prensas romanas)
  • Cada página tiene 28 líneas a renglón seguido (excepto dos fragmentos)
  • No tiene portada
  • Consta de índice con las distintas constituciones
  • Encuadernación de estilo mudéjar
  • No aparece fecha y nombre del impresor

A efectos del cumplimiento del Sínodo se encargó que se hicieran copias en el plazo de seis meses para divulgar su conocimiento, todas ellas a mano, que se diferenciarían de las impresas por tener la legalización notarial.

Dentro del Sinodal, en las constituciones, se detallan las penas por incumplimientos, que engloban desde el pago de una cuantía hasta la excomunión. Pero la flexibilidad mostrada por las autoridades permitió el cumplimiento de lo establecido por el Sínodo. Actualmente, solo se conserva una copia del Sinodal, pero diversos estudios aseguran que eran más las que existían.

De la relevancia histórica del Sinodal no se supo hasta siglos después. En el año 1637 el historiador segoviano, Diego de Colmenares,  estableció en su libro Historia de Segovia que el Sinodal de Aguilafuente fue de las primeras publicaciones que se hicieron en España. Ya en fecha reciente, 1930, el canónigo encargado del archivo catedralicio, Cristino Valverde, confirmaría Segovia como la primera ciudad de España en contar con imprenta. Todos estos apuntes corroboraron al Sinodal como el primer libro incunable.

En la actualidad, y tras su restauración en 1983 en el Servicio de Reproducción de Documentos, se conserva en la Catedral de Segovia. De esta copia original se hicieron varios facsímiles que son mostrados en diferentes conmemoraciones, como la que cada año a principios de agosto el pueblo de Aguilafuente celebra como muestra de orgullo.

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