El pintor Alonso de Herrera fue el encargado de realizar los dos lienzos a ambos lados de la imagen de Santiago Peregrino del retablo ubicado en la capilla del Apóstol de la Catedral. A la izquierda, la pintura “La vocación de Santiago” recoge según el evangelio de San Mateo cuando Jesús llama a Santiago a seguirle. Santiago Apóstol se encontraba en el mar de Galilea con su hermano, el apóstol Juan, y su padre repasando las redes.

Jesús se acercó, y sin hacerles ninguna promesa, le siguieron para ser pescadores de hombres. Esta pintura sobre tabla recoge la escena con un fondo del mar y un gran peñón con edificaciones en lo alto.

A la derecha, se representa el “Martirio de Santiago”. Como apóstol fue testigo de la Pasión de Cristo así como uno de los que recibió el Espíritu Santo en Pentecostés. Tras la muerte y Resurrección de Jesús, los apóstoles difundieron el evangelio y Santiago predicó en Judea y Samaria, alcanzando gran notoriedad. Una tradición recoge que Santiago el Mayor evangelizó Hispania.

Lo cierto es que en el año 44, el rey Herodes Agripa ordenó decapitarlo con la espada. 

En ambos lienzos aparecen algunos atributos como el sombrero de peregrino.