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Sala de Santa Catalina

La capilla de Santa Catalina es el cuerpo bajo de la torre y actual sala de exposición de Santa Catalina. Fue una de las primeras partes construidas de la Catedral, concebida como capilla funeraria y, a lo largo de estos últimos cinco siglos, ha cambiado su uso. La bóveda sigue el diseño original del primer maestro de obras de la Catedral Juan Gil de Hontañón. 

Para asentar los cimientos de la torre, bajo Santa Catalina, se trasladaron carretas de piedra de la antigua catedral. Las obras estaban a cargo de García de Cubillas que contaba con la supervisión del maestro de obras Rodrigo Gil de Hontañón. En 1527 las obras se alzaban hasta la primera cornisa de la torre y se ponían las puertas de Santa Catalina y en 1528, el fabriquero de la Catedral Juan Rodríguez, pagó al vidriero Alberto de Holanda por las vidrieras de este espacio. En 1530, García de Cubillas ya había cerrado la bóveda de Santa Catalina,  siguiendo las trazas del primer maestro de obras Juan Gil de Hontañón.

Hasta principios del siglo XX esta capilla, dedicada a santa Catalina, se utilizaba para el culto. Fue con el obispo de Segovia, Manuel Castro Alonso, cuando en 1924 se convirtió en museo catedralicio un 24 de junio de ese año.

Fue uno de los primeros museos dentro de una catedral y gozó de gran importancia a nivel nacional ya que en este espacio, abierto al turismo, se expuso un valioso conjunto de pinturas esculturas, ornamentos litúrgicos, orfebrería o instrumentos musicales. En sus paredes se colgó la serie de seis tapices «Verduras», que hasta ese momento decoraban los muros del presbiterio. Estos siguen expuestos en la actualidad.

Esta metamorfosis de capilla para el culto a museo ha perdurado hasta el siglo XXI. Desde el 2016 el Cabildo realiza una reordenación de sus espacios expositivos que, también, ha afectado a la actual sala de Santa Catalina.

En la actualidad, la Catedral cuenta en la zona claustral con cuatro salas de exposición, entre ellas la de Sala de Santa Catalina. En el 2017 se abrió la Sala de Tapices y Ornamentos Litúrgicos, que se encuentra sobre la Sala Capitular, también visitable. En 2018 se inauguró la Sala de Pintura Bajo Claustro, un proyecto que tras veinte años ahora es una realidad.

Con la apertura de esta sala de pintura, la Sala de Santa Catalina vio como muchas de las obras que allí se exponían – todas las pinturas- fueron a parar a ese nuevo espacio bajo el claustro. Con esta reconversión, el Cabildo comenzó en 2019 el nuevo proyecto para la Sala de Santa Catalina para convertirla en un espacio para la orfebrería del templo y exposición de las vestimentas del Infante don Pedro, descubiertas junto a tres huesos del hijo de Enrique II de Trastámara, en 2019 durante los trabajos de restauración del sepulcro que se localiza en el centro de este espacio.

Este sepulcro se realizó con el traslado de los huesos del Infante desde la antigua catedral hasta la actual el 25 de agosto de 1558. Seguiría el modelo del que se levantaba en la antigua catedral -en el coro-, con el yacente la figura en la tapa de don Pedro Enríquez con los brazos descansando sobre el cuerpo. Esta representación distaba mucho de la edad real del Infante en el momento de su muerte ya que gracias a la investigación genética y antropológica de los huesos llevada a cabo por la Universidad de Granada en 2020, determinó que el Infante tenía entre 6 y 12 meses de edad en el momento del fallecimiento. La figura de la efigie representa a un niño de más edad. La historia del hijo de Enrique II de Trastámara llama la atención de segovianos y visitantes por una tragedia, que según la leyenda, cuenta que murió al caerse de los brazos de su criada desde uno de los balcones del Alcázar de Segovia.

Adaptación de la Sala de Santa Catalina

Los trabajos comenzaron con la adaptación de los muros para eliminar humedades y sanearlos, ya terminado. Con la crisis sanitaria del Covid-19 las obras se paralizaron. 

En 2022 se instalaron dos muebles grandes sobre el muro oeste y sur y, otros de menor tamaño, a manos lados del altar de piedra. En el muro orientado al este se dispone en mueble que custodia las vestimentas del Infante y una reproducción de los tres huesos hallados, un expositor con un facsímil del Sinodal de Aguilafuente -primer libro impreso en España y en castellano, conservado en el Archivo de la Catedral-, y un audiovisual que recoge la historia completa del Infante desde su fallecimiento en 1366 hasta la actualidad.

Las paredes del museo se decoran con una serie de seis tapices denominados Verduras, que recrean escenas palaciegas: Damas y los músicos, Paseos por el estanque, Encuentro en el jardín, Dama lavándose los pies, Paseo en falúa y Paseo bajo sombrilla.

Son tapices flamencos datados en el siglo XVII y tejidos en la ciudad belga de Audenarde. Esta serie de tapices se une a las otras tres que la Catedral alberga y expone en la Sala Capitular, Sala de Tapices y Ornamentos Litúrgicos y en la torre.

En el centro de esta antigua capilla se ubica el sepulcro del Infante D. Pedro, hijo de Enrique II de Castilla. En 2019 con los trabajos de reconversión de la sala se intervino en el sepulcro y la reja que lo rodea. Para esta restauración se destapó la tapa con la efigie del Infante descubriendo sus restos óseos (tres huesos) y un conjunto de indumentaria, guardados en una caja bordada con terciopelo rojo.

Evolución de las obras

@catedralsegovia 📽️Vídeo con la nueva sala de Santa Catalina y el acto de inauguración. Con esta apertura ya son cuatro las salas de exposición dentro de la visita general. La oferta cultural se completa con el @palaciosegovia ♬ Magical Fantasy - Dmitriy Sevostyanov
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