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Sala de Santa Catalina

La capilla de Santa Catalina es el cuerpo bajo de la torre y actual sala de exposición de Santa Catalina. Fue una de las primeras partes construidas de la Catedral y, a lo largo de estos últimos cinco siglos, ha cambiado su uso. La bóveda sigue el diseño original del primer maestro de obras de la Catedral Juan Gil de Hontañón.

Hasta principios del siglo XX esta capilla dedicada a Santa Catalina se utilizaba para el culto. Fue con el obispo de Segovia, Manuel Castro Alonso, cuando en 1924 se convirtió en museo catedralicio un 24 de junio de ese año.

Fue uno de los primeros museos dentro de una catedral y gozó de gran importancia a nivel nacional ya que en este espacio abierto al turismo se expuso un valioso conjunto de pinturas esculturas, ornamentos litúrgicos, orfebrería o instrumentos musicales. En sus paredes se colgó la serie de seis tapices «Verduras», que hasta ese momento estaban en el presbiterio. Expuestos en la actualidad.

Esta metamorfosis de capilla para el culto a museo ha perdurado hasta el siglos XXI. Desde el 2016 el Cabildo realiza una reordenación de sus espacios expositivos que también ha afectado a la actual sala de Santa Catalina.

En la actualidad la Catedral cuenta en la zona claustral con cuatro salas de exposición, entre ellas la Sala de Santa Catalina. En el 2017 se abrió la Sala de Tapices y Ornamentos Litúrigos, que se encuentra sobre la Sala Capitular, también visitable. En 2018 se inauguró la Sala de Pintura Bajo Claustro, un proyecto que tras veinte años ahora es una realidad.

Con la apertura de esta sala de pintura, la Sala de Santa Catalina vio como muchas de las obras que allí se exponían, todas las pinturas, fueron a parar a ese nuevo espacio bajo el claustro. Con esta reconversión el Cabildo comenzó en 2019 el nuevo proyecto para la Sala de Santa Catalina para convertirla en un espacio para la orfebrería del templo.

Los trabajos comenzaron con la adaptación de los muros para eliminar humedades y sanearlos, ya terminado. Con la crisis sanitaria del Covid-19 las obras se paralizaron. En 2022 se retomó la musealización para poder disfrutar de este espacio y de una muestra de la rica orfebrería que atesora el templo junto con la exposición de las vestimentas del Infante Don Pedro. El conjunto de indumentaria del Infante, hijo de Enrique II de Trastámara, fue hallado con tres huesos dentro de un cofre ubicado en el interior del sepulcro, situado en el centro de Santa Catalina.  

Catálogo de obras

Las paredes del museo se decoran con una serie de seis tapices denominados Verduras, que recrean escenas palaciegas: Damas y los músicos, Paseos por el estanque, Encuentro en el jardín, Dama lavándose los pies, Paseo en falúa y Paseo bajo sombrilla.

Son tapices flamencos datados en el siglo XVII y tejidos en la ciudad belga de Audenarde. Esta serie de tapices se une a las otras tres que la Catedral alberga y expone en la Sala Capitular, Sala de Tapices y Ornamentos Litúrgicos y en la torre.

En el centro de esta antigua capilla se ubica el sepulcro del Infante D. Pedro, hijo de Enrique II de Castilla. En 2019 con los trabajos de reconversión de la sala se intervino en el sepulcro y la reja que lo rodea. Para esta restauración se destapó la tapa con la efigie del Infante descubriendo sus restos óseos (tres huesos) y un conjunto de indumentaria, guardados en una caja bordada con terciopelo rojo.

La investigación sobre los huesos concluyó que el Infante tenía alrededor de un año en el momento de su muerte.

Evolución de las obras

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