Presentación de la restauración de las vestimentas del Infante don Pedro
El sepulcro del Infante se abrió en noviembre de 2019 debido a los trabajos de restauración que se estaban realizando
Los resultados de la investigación antropológica fueron presentados el pasado octubre
Este próximo jueves 16 de septiembre a las 11:30 la Catedral acogerá la entrega de las vestimentas del Infante don Pedro, descubiertas en noviembre de 2019 durante los trabajos de restauración en su sepulcro ubicado en la Sala de Santa Catalina.
Será en un acto que tendrá lugar en el trascoro del templo y en el que el Director General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, Gumersindo Bueno Benito, hará entrega al Deán de la Catedral, Ángel García Rivilla, de los textiles tras la restauración llevada a cabo en el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León en Simancas.
Durante la presentación se expondrá la intervención realizada de los tres tejidos -banda, indumentaria abotonada y túnica-, de alta calidad artística e histórica. Una restauración sufragada por el organismo público.
El acto estará abierto a medios de comunicación y autoridades civiles y religiosas.
Cronología del descubrimiento del Infante don Pedro
El lunes 18 de noviembre de 2019 a las 10:00 fue el momento elegido para abrir el cofre forrado con terciopelo que guardaba los restos del Infante Don Pedro, hijo de Enrique II de Castilla.
Una historia que volvió a la actualidad y que aumentó el interés por la figura de don Pedro con la apertura de su sepulcro, destapando el secreto que guardaba el cofre de pequeño tamaño encajado en un hueco abierto en la base, trasladado desde la antigua catedral un 25 de agosto de 1558.
El descubrimiento, difundido por la Catedral de Segovia, iba a conseguir poner luz a la historia de este Infante y su trágica muerte contada durante siglos. El fallecimiento del hijo de Enrique II, primer monarca de la dinastía de los Trastámara, se produjo según la leyenda oral cuando el pequeño se precipitó por una de las ventanas del Alcázar de Segovia, haciéndolo a continuación su cuidadora ante la desesperación y angustia por lo sucedido.
El hallazgo de los tres restos óseos y de los textiles fue una oportunidad para esclarecer detalles sobre el Infante, esta vez con la nueva tecnología del siglo XXI y avances médicos.
Investigación antropológica
Casi un año después del hallazgo, la Catedral fue sede de la presentación de los resultados antropológicos que desvelaron datos sobre la edad real y otros de interés. Fue en octubre de 2020 tras hacerse cargo de la investigación el Catedrático de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Granada, José Antonio Lorente Acosta, y su equipo en colaboración con el Jefe del Servicio de Radiología del Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada, José Luis Martín Rodríguez.
Durante los meses que duró el proceso, iniciado con el traslado de los restos óseos hasta la Universidad de Granada (UGR), se llevó a cabo un estudio antropológico liderado por la Catedrática de Antropología Física, Inmaculada Alemán Aguilera. El informe antropológico confirmó que los huesos encontrados corresponderían al mismo individuo, el Infante don Pedro, y su edad en el momento de la muerte sería de entre 6 meses y 1 año y medio. Debido al mal estado de los restos óseos hallados, en esta primera fase correspondiente al estudio antropológico no se pudo especificar el sexo.
Otra de las conclusiones extraídas afirmó que las alteraciones observadas sugerían que pudiera haber un proceso metabólico que altera el desarrollo y produce estas modificaciones. El Infante, antes de su muerte, podría haber padecido raquitismo. Este diagnóstico se observó en el extremo distal del fémur derecho, así como en el proximal de la tibia, que mostraban un claro engrosamiento. Unido al arqueamiento de la diáfisis de la tibia y a la rotación externa de la metáfisis proximal se pudo indicar que sufrió esta enfermedad.
El estudio también concretó que los tres huesos encontrados se tratarían de un fragmento medial de diáfisis de un fémur izquierdo, el extremo distal de un fémur derecho que conserva la metáfisis y una tibia derecha.
Para llegar hasta estas conclusiones que aclararon la edad de la muerte del Infante, patologías previas y huesos encontrados, se llevaron a cabo diferentes pruebas desde el área de antropología de la UGR y en el Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Clínico San Cecilio de Granada. En el Departamento de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física de la Facultad de Medicina de esta universidad, los trabajos dirigidos por Inmaculada se concretaron en el estudio comparativo con huesos de individuos de edades similares, procedentes de la colección osteológica depositada en Granada. Esta comparación se realizó a través de un modelo tridimensional de los huesos mediante un escáner de superficie, entre otras pruebas.
Desde el departamento de antropología se enviaron los restos óseos para el estudio radiológico al Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Clínico San Cecilio, dirigido por José Luis Martín Rodríguez. En el hospital granadino se realizó una adquisición volumétrica de los huesos mediante un estudio de Tomografía Computarizada y una impresión 3D de los restos óseos con grosor de 0,4 mm, ahora custodiados en la Catedral.
Actualmente, se lleva a cabo el estudio genético de uno de los huesos del Infante. Los resultados se darán a conocer próximamente.